¿Como concebir la gracia?
Mons. Santiago nos aconseja a ser marianos, muy marianos, el “hágase” que esta en la anunciación en el padre nuestro, y en el Getsemaní, , Maria e modelo, del cristiano , y el “hágase” es la actitud perfecta a la que esta llamado el cristiano porque el “hágase” es una actividad pasiva, es decir dejar a Dios que haga, que Él sea el protagonista y es activa en cuanto decisión nuestra , esta actitud nos ayudad a concebir la gracia ¿cómo? “r a caminar junto con ellos, es la actitud de monseñor es, “es una alegría encontrarnos y caminar juntos como pueblo de Dios”, o sea pensar “que el único protagonista, el único salvador es Jesús”
“En la escuela de Maria”
Nuestra madre no nos deja solos y nos enseña de modos diversos, no solo por la obediencia, por el desgarro de ver morir a su Hijo Jesús, si no por que a nosotros también nos llama con su voz maternal y nos pide que nos acerquemos a su hijo que le visitemos en el sagrario, que no lo lastimemos, el nos pide amor, solo eso. Quiere que tengamos un dialogo constructivo basado en una ética moral natural, en valores eternos que fomenten nuestra creatividad, nuestro amor a la patria a nuestros próceres, donde el respeto humano se basa en la persona porque somos imagen de Dios, somos personas.
En muchos mensajes de revelación privada Maria nos pide la conversión, también se destaca la lectura bíblica meditada escudriñada, ¿qué me pide Dios? ¿qué sea un maestro de la palabra? No, el me pide que ame al prójimo, porque es mi hermano y persona hecho a imagen y semejanza de Dios. Recordemos que somos motitas de polvo ante el tronco de Dios y solo la intervención de la mención del nombre de Maria nos va a salvar en el día del juicio y detener el brazo de Justicia de Cristo juez invencible, ¿por qué? solo por que la caridad, la misericordia gana al juicio.
Maria nos enseña a meditar nos guía.
Nos enseña a orar.
Nos dice como abrir nuestra mente y corazón nos enseña a vivir de fe
Como crecer en ella y mantener el contacto con el misterio de Dios.
Mons. Santiago nos aconseja a ser marianos, muy marianos, el “hágase” que esta en la anunciación en el padre nuestro, y en el Getsemaní, , Maria e modelo, del cristiano , y el “hágase” es la actitud perfecta a la que esta llamado el cristiano porque el “hágase” es una actividad pasiva, es decir dejar a Dios que haga, que Él sea el protagonista y es activa en cuanto decisión nuestra , esta actitud nos ayudad a concebir la gracia ¿cómo? “r a caminar junto con ellos, es la actitud de monseñor es, “es una alegría encontrarnos y caminar juntos como pueblo de Dios”, o sea pensar “que el único protagonista, el único salvador es Jesús”
“En la escuela de Maria”
Nuestra madre no nos deja solos y nos enseña de modos diversos, no solo por la obediencia, por el desgarro de ver morir a su Hijo Jesús, si no por que a nosotros también nos llama con su voz maternal y nos pide que nos acerquemos a su hijo que le visitemos en el sagrario, que no lo lastimemos, el nos pide amor, solo eso. Quiere que tengamos un dialogo constructivo basado en una ética moral natural, en valores eternos que fomenten nuestra creatividad, nuestro amor a la patria a nuestros próceres, donde el respeto humano se basa en la persona porque somos imagen de Dios, somos personas.
En muchos mensajes de revelación privada Maria nos pide la conversión, también se destaca la lectura bíblica meditada escudriñada, ¿qué me pide Dios? ¿qué sea un maestro de la palabra? No, el me pide que ame al prójimo, porque es mi hermano y persona hecho a imagen y semejanza de Dios. Recordemos que somos motitas de polvo ante el tronco de Dios y solo la intervención de la mención del nombre de Maria nos va a salvar en el día del juicio y detener el brazo de Justicia de Cristo juez invencible, ¿por qué? solo por que la caridad, la misericordia gana al juicio.
Maria nos enseña a meditar nos guía.
Nos enseña a orar.
Nos dice como abrir nuestra mente y corazón nos enseña a vivir de fe
Como crecer en ella y mantener el contacto con el misterio de Dios.
“Maria sostuvo la fe de Pedro, y de los apóstoles, en el cenáculo, y hoy sostienen nuestra fe. “Con delicadeza femenina y con la capacidad de conjugar la intuición penetrante con la palabra de apoyo y de estimulo” (Redemptoris Master, 46).
¡Cuan importante es para nosotros creer en la fuerza de la fe, en su capacidad de entablar una relación directa con el dios vivo! debemos cuidad con esmero el desarrollo de nuestra fe , para que penetre todas nuestras actitudes , nuestros pensamientos, nuestras acciones e intenciones . la fe ocupa lugar no solo en los estados de animo y en las experiencias religiosas , sino ante todo en el pensamientos y en la acción , ene el trabajo diario, en la lucha contra si mismo , en la vida comunitaria y en el apostolado, puesto que hace que nuestra vida este impregnada de la fuerza de Dios mismo. La fe puede llevarnos siempre a Dios, incluso cuando nuestro pecado nos hace daño.
En el cenáculo los apóstoles no sabían lo que les esperaba. Atemorizador estaban preocupados por su futuro. Seguían experimentando el asombro provocado por la muerte y resurrección de Jesús, y estaban angustiados por haberse quedado solos después de la ascensión de al cielo. Maria “la que había creído que se cumplirían las palabras del Señor” (cf. Lc 1, 45), asidua con lo apóstoles, en la oración, enseñaba la perseverancia en la fe. Con toda su actitud los convencía de que el Espíritu Santo, con su sabiduría, conocía bien el camino por el cual los estaban conduciendo y que, por tanto, podían poner su confianza en Dios, entregándose sin reservas a él y entregándole también sus talentos, sus límites y su futuro”.[1]
[1] Benedicto XVI., “En la escuela de María”, L’ Osservaatore Romano, (2006) 22, 9
¡Cuan importante es para nosotros creer en la fuerza de la fe, en su capacidad de entablar una relación directa con el dios vivo! debemos cuidad con esmero el desarrollo de nuestra fe , para que penetre todas nuestras actitudes , nuestros pensamientos, nuestras acciones e intenciones . la fe ocupa lugar no solo en los estados de animo y en las experiencias religiosas , sino ante todo en el pensamientos y en la acción , ene el trabajo diario, en la lucha contra si mismo , en la vida comunitaria y en el apostolado, puesto que hace que nuestra vida este impregnada de la fuerza de Dios mismo. La fe puede llevarnos siempre a Dios, incluso cuando nuestro pecado nos hace daño.
En el cenáculo los apóstoles no sabían lo que les esperaba. Atemorizador estaban preocupados por su futuro. Seguían experimentando el asombro provocado por la muerte y resurrección de Jesús, y estaban angustiados por haberse quedado solos después de la ascensión de al cielo. Maria “la que había creído que se cumplirían las palabras del Señor” (cf. Lc 1, 45), asidua con lo apóstoles, en la oración, enseñaba la perseverancia en la fe. Con toda su actitud los convencía de que el Espíritu Santo, con su sabiduría, conocía bien el camino por el cual los estaban conduciendo y que, por tanto, podían poner su confianza en Dios, entregándose sin reservas a él y entregándole también sus talentos, sus límites y su futuro”.[1]
[1] Benedicto XVI., “En la escuela de María”, L’ Osservaatore Romano, (2006) 22, 9
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